Una fobia es un miedo a cierto estímulo. Tal incentivo puede ser un objeto, un ser vivo o una situación específica. La ciencia psicológica conoce muchos trastornos fóbicos.
Tipos de fobias
Cuando la fobia social una persona entra en un estado inadecuado, cuando se evalúa de manera evaluativa. Al mismo tiempo, se da cuenta de que sus miedos son artificiales. La mayoría de las veces, esta fobia aparece en la adolescencia, cuando una persona es más sensible a la crítica. El que sufre de fobia social evita hablar en público, comer a las personas. La evitación constante de este tipo de situaciones puede conducir a un completo aislamiento social.
Con la agorafobia, es inquietante estar en un espacio abierto e incapaz de regresar a un lugar seguro. El ataque de pánico se desencadena por el miedo a perder el conocimiento, volverse loco o morir en un lugar abarrotado. Como resultado, una persona intenta no abandonar su hogar sin una necesidad aguda.
En contraste con la agorafobia, con la claustrofobia existe el temor de espacios cerrados. Una persona evita estar en una habitación pequeña con una puerta cerrada, la falta de ventanas agrava la situación.
Existe un gran grupo de fobias limitadas a una situación estrictamente definida. Esto incluye el miedo a un animal en particular, el fenómeno de la naturaleza, una cierta enfermedad. La mayoría de ellos puede parecer absurdo para una persona sana. Por ejemplo, una persona puede entrar en pánico y temer plumas de ave, palabras largas, bellas mujeres, espejos. Y créanme, no tiene nada que ver con simple aversión o disgusto.
Síntomas del trastorno fóbico
El grado de ansiedad en los trastornos fóbicos puede variar desde una leve molestia hasta el pánico. Comenzando a imaginar un estímulo alarmante, una persona ya experimenta ansiedad. Por lo tanto, el estímulo perturbador objetivamente no representa un peligro mortal.
Acerca de la llegada de un ataque de miedo está indicado por una serie de síntomas somáticos específicos. Las palpitaciones del corazón crecen, la incomodidad en el área del tracto gastrointestinal aumenta, hay una sensación de compresión en el pecho, hiperventilación de los pulmones. Puede haber alteraciones visuales, mareos, temblores en las extremidades, tinnitus, entumecimiento.
El tratamiento de las fobias a menudo se realiza con métodos muy paradójicos relacionados con la terapia conductual. El más común de estos es la ubicación en una situación temible.